Necesitas el perdón de Dios
El ser humano se encuentra alejado de Dios conforme a lo que nos dice la Biblia. Y esto trae aparejado muchas consecuencias de dicha posición.
Al nacer, el hombre trae consigo el pecado adánico heredado de los primeros seres humanos en la tierra, Adán y Eva. Estos, al independizarse de Dios, por su ambición recibieron el castigo a su extravío, que fue la maldición celestial sobre sus vidas y sobre la creación en general.
Una fuerza espiritual lo inclina a pensar el mal, hablar el mal y actuar el mal, y no solo eso, sino que recibe la paga de esos actos.
Por lo cual, es necesario contrarrestar esta tendencia pecaminosa a través del perdón de Dios y la generación de una nueva naturaleza espiritual de parte de él, que nos permita vencer esta debilidad.
Sin el perdón de Dios no se puede vivir, puesto que el hombre necesita estar en paz con su Creador. Las fuerzas del mal ponen su cuota de destrucción a la desgracia humana, puesto que generan en este diferentes influencias, opresiones y posesiones diabólicas.
Los síntomas de la falta de perdón en el ser humano pueden ser: insatisfacción existencial, inclinación a hacer el mal, rebeldía, confusión, depresión, injusticia, enfermedad, maldición, egoísmo, desorden general, individualismo, condenación, acusación diabólica, desprotección espiritual, desgaste físico e intelectual, aflicción, muerte física.
Dios planeó de antemano la posibilidad de solucionar este mal que aqueja al hombre, y eso lo hizo por medio de su Hijo Jesucristo. Él, a través de su obra redentora, nos proporciona el perdón de Dios y una nueva vida espiritual, libre de todas las consecuencias pecaminosas.
Al recibir el perdón de Dios nos sentiremos libres de la culpa, y la justicia de Dios será satisfecha por medio de su Hijo Jesucristo.
Si no somos perdonados por Dios, somos presa de todos los síntomas del pecado adánico, tanto en lo físico, emocional, sentimental, intelectual como espiritual.
Y no solo esto, sino que recibimos los síntomas del castigo divino sobre las fuerzas del mal.
satanás con sus demonios, fueron destituidos del cielo y echados a las esferas celestiales de esta tierra. Cayeron en desgracia celestial, por su pecado contra Dios, y fueron castigados por él. Este castigo lleva a estas fuerzas a estar mal y a atentar contra todo lo que Dios ha creado. Su destino es el infierno y su presente es la maldición, condenación, y tormento espiritual.
De acuerdo a esto, nosotros podemos estar sintiendo lo mismo al estar influenciados por estas fuerzas malignas. Y es por eso que necesitamos ser libre de estas influencias que se pegan a nuestras vidas y nos hacen vivir mal.
Si recibimos el perdón de Dios seremos libres, para poder disfrutar de la vida que Dios nos dio, con su bendición y su compañía eterna.
Si tu deseas pedir perdón a Dios, pídeselo de esta manera:
Dios mío, perdóname por mis pecados, me arrepiento por estar lejos de ti, sin saber todo esto, te pido que me perdones, a través de tu Hijo Jesucristo, lo recibo a él en mi corazón para recibir su nueva naturaleza que me hará vencer el pecado, entra Jesús en mi vida, y dame de tu Espíritu Santo. En tu nombre te lo pido y te doy muchas gracias, te alabo y te bendigo. Amén.